Decisiones
Reioc
abril 11, 2019
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La vida se basa en las decisiones que tomamos. Y no somos conscientes de la cantidad de ellas que se nos plantean a lo largo de un mísero día. Algunas son tan simples como escoger el color de camiseta que te pondrás en un preciso instante, otras son tan complejas como elegir la casa en la que envejecerás, por ejemplo. A veces puedes tomártelas más a la ligera, decidir a dedo y no pensar en las consecuencias de optar un camino u otro, pero otras, sin embargo, son complicadas a la hora de dar una respuesta, pues influirá mucho aquello por lo que hayas apostado. ¿Hasta qué punto somos conscientes de las consecuencias que puede conllevar en un futuro tomar ciertas decisiones? ¿Conoces el concepto "dejarse llevar"? Es otra manera de tomar ciertas decisiones. En este caso ni siquiera piensas lo que pueda acarrear tu elección, solo esperas que lo que te ha impulsado a hacerlo te lleve por buen camino, tentando a la suerte.
En algunas ocasiones no importa cómo haya sido la trayectoria de tu vida ni el comportamiento al que hayas tenido que recurrir para llegar hasta donde estás, el hecho de que todo lo que has conseguido haya sido de la mejor o peor manera no va a hacer que todo te vaya a ir de la misma forma, a veces una simple decisión que tomamos hace que todo lo que has conseguido desaparezca y nada haya valido la pena, puede incluso apagarle la luz a tus días y encerrarte en una oscuridad inmensa. Una vez en ese punto, debes saber tomar la siguiente decisión que te haga salir de ahí lo más rápido posible, de lo contrario no habrás sabido escoger el camino adecuado y habrás dejado que estas te tomen a ti.
