domingo, 10 de mayo de 2020

1

mayo 10, 2020 0 Comments

Me faltas, y eso no puedo solucionarlo de otra manera que no sea teniéndote conmigo. La vida continúa y yo me he quedado parada en el tiempo, justo en aquel momento en que decidimos romper las barreras que nos separaban, en aquella precisa noche. Simplemente mi cabeza no te deja ir sin más como si no me importaras, como si fueras un error que se suma a mi lista de fracasos, porque yo no me resigno a que tú seas eso.

Ha llovido mucho desde entonces, y aunque sé que jamás me vas a leer: aquí dentro nada ha cambiado, por ahora. Dejarás de doler en algún momento, pero me va a llevar un tiempo.


viernes, 6 de marzo de 2020

Dejar ir

marzo 06, 2020 0 Comments
Dejar ir no es sinónimo de huir, sino darte cuenta de qué es lo que realmente necesitas en tu vida. Cuando dejas ir a una persona inevitablemente algo se desprende de ti para marcharse con ella, y tú ya no vuelves a ser igual que antes.
A veces no hay que seguir luchando por lo que se quiere, no porque piense que hay que rendirse o que debemos sentarnos a esperar a que lleguen las cosas, no, porque las cosas no llegan solas, pero todo tiene un límite, y cuando lo estás rozando ya no hay más que hacer. Entonces es cuando debes empezar a pensar en ti, en si lo que tienes es lo que quieres para tu vida.
Te quiero. Sí, te quiero, y no me asusta decirlo. No me importa cuánto tiempo haya transcurrido, no me importa tu pasado, no me importa el qué dirán, no me importa absolutamente nada que se oponga a nosotros dos. Puede parecer que estoy loca, desquiciada, enferma, pero sé con exactitud cuáles son mis sentimientos hacia ti. Necesito de ti, pero no a medias, te necesito al completo, y si no puedes estar al cien, no quiero nada de ti, no entiendo el amor a medias.



sábado, 8 de febrero de 2020

Reencuentros

febrero 08, 2020 0 Comments
Nos miramos a los ojos con sinceridad, con pasión, con cariño, desnudándonos uno frente al otro, sin tapujos. Por un momento sentí que el tiempo no había pasado, nada había cambiado y seguíamos siendo aquel par de locos enamorados que vivían de espaldas a la realidad, amándose a pesar de las circunstancias, como si aquel recuerdo de los dos perdurase en el tiempo.
Solo un invierno fue necesario para encender la llama de ambos y descubrir que habíamos encontrado a alguien que nos saciaba el alma, y tan solo un verano nos hizo saber que estábamos hechos el uno para el otro. La vuelta del otoño arrasó con todo devolviéndonos a la realidad, cada cual tenía una vida a la que regresar que nos obligaba a desprendernos del otro.
Ahora solo siento vacío.
No te olvidaré, no me olvidarás.



Con la tecnología de Blogger.