Las llamadas perdidas de Marie y el mensaje de texto que le había dejado a Nathan en el móvil le dieron luz y paso al sentimiento de felicidad. Después de leer: «No se ha casado, novia a la fuga. Repito: novia a la fuga», la sonrisa no se borró de su cara en ningún momento. ¿Qué debía hacer? ¿Volver a París? ¿Esperarla en Marsella? Se había montado una película él solo. Ya visualizaba el futuro con Mía, y es que, desde su ignorancia, todo parecía salirle a pedir de boca. Se fue a su casa y, sentado en el sofá, esperó y esperó una llamada de ella. Una llamada que nunca llegó. Los meses se le echaron encima y él seguía esperando. Nunca se supo qué había pasado con Mía, pero toda su familia se puso a buscarla como locos por toda París y toda Marsella. Se fue sin dejar rastro. Una fuga completamente limpia, sin dejar una mísera pista de dónde podría haber ido.
lunes, 14 de abril de 2025
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